Repertorio / LONG PLAY VERSION 1978
PARA CUANDO ME VAYA
A. PérezPara cuando me vaya | no habrá amanecido | ni para el amor, ni para el olvido | Para cuando me vaya | la vida nos premia | poniendo los sueños de penitencia | Niño de primavera | que un golpe de viento | te quiera llevar | ponme un beso | donde tengo el miedo | y ponme otro beso | donde nunca más | Que me lleve el sol, que me lleve | pegado a su andar | Que me lleve el sol, que me lleve | pegado a su andar | Para cuando me vaya | no habrá amanecido | ni para el amor, ni para el olvido | Para cuando me vaya | la vida nos premia | poniendo los sueños de penitencia | Niño del verano | que inundas de luz | lo que no destellé | ponme un beso | cercano a la risa | y ponme otro beso | en lo que no se ve | Que me lleve el sol, que me lleve | mecido en su red | Que me lleve el sol, que me lleve | vencido en su red | Para cuando me vaya | no habrá amanecido | ni para el amor, ni para el olvido | Para cuando me vaya | la vida nos premia | poniendo los sueños de penitencia | Niño del otoño | que algún mes de octubre | se te llevará con él | Ponme un beso | donde las estrellas | y ponme otro beso | para no volver | Que me lleve el sol, que me lleve | prendido a su piel | Que me lleve el sol, que me lleve | prendido a su piel | Para cuando me vaya | no habrá amanecido | ni para el amor, ni para el olvido | Para cuando me vaya | la vida nos premia | poniendo los sueños de penitencia | Niño, niño del invierno | que el gris ha bordado | sobre mi niñez | Ponme un beso donde va la herida | y ponme otro beso para no querer | Que me lleve el sol, que me lleve | Si no te veré | Que me lleve el sol, que me lleve | Si no te veré | Para cuando me vaya | no habrá amanecido | ni para el amor, ni para el olvido | Para cuando me vaya | la vida nos premia | poniendo los sueños de penitencia | Para cuando me vaya | no habrá amanecido | ni para el amor, ni para el olvido | Para cuando me vaya | la vida nos premia | poniendo los sueños de penitencia
AY, DEL AMOR
M. PorcelTodas mis ilusiones | andavan de fiesta | cuando llegó a mi puerta | queriendo encontrar un nido | No trajo nada consigo | sólo el pesar de la vida | que le encendía la piel | pues del amor, no sabía | Como el andar solitario | no es cosa de broma | me acostumbré a su aroma | así, como si nada | Y en la primera alborada | que en el silencio salvamos | entre el deseo y el miedo de no caer | nos amamos | Ay, del amor | Que, cargado de sed | vuela, se posa y se marcha otra vez | Ay de los sueños | que van a morir en el mar | Ay de mí | Ay, que ha pasado el amor | y no vuelve a pasar, ay de mí | nunca más | Y así empezó la historia | mientras corría marzo | Me dormía en sus brazos | al viento vespertino | Ya dueño de mi camino | de mi esperanza y mi verso | se fue incubando el presagio | que hace al amor rutinario | Y una de tantas mañanas | se nos quedó en la cama | el amor quedó muerto | apareció desierto | en medio del recuerdo | que se quedaba tendido | y que quisimos salvar | pero ya estaba perdido | Ay, del amor, que cargado de ser | vuela, se posa y se marcha otra vez | Ay de los sueños | que van a morir en el mar | Ay de mí | Ay, que ha pasado el amor | y no vuelve a pasar, ay de mí | nunca más
DON CARLOS
M. PorcelDon Carlos fue un señor | de cuello y de corbata | viajante de comercio | un hombre de su casa | Fue pura seriedad | según cuenta su gente | Sportman, pescador | celoso, intransigente | apuesto y fanfarrón | erecto y atildado | Hoy luce una joroba | y un traje mal planchado | El caso es que los años | le han dado una manía | que la gente de bien | no entiende todavía | Es su mayor placer | hurgar en los latones | donde duermen recuerdos | entre cien mil honores | Objetos sin valor | aquel que no se olvida | creyendo que a la larga | es dueño de la vida | Don Carlos los recoge | los ata con cariño | y esboza una sonrisa | que sólo dan los niños | Después de almacenarlos | al tiempo, se le olvida | que recogió una flor | entre la porquería | Don Carlos es feliz | feliz completamente | desde que se cambio | el traje de decente | por el de colector | de alambres y tornillos | No hay tira de papel | que escape a su bolsillo | No hay nada que lo turbe | No hay nada que le falte | La vida es una veta | de cosas desechables | ¡Hurra por ti campeón | del sueño y la sonrisa! | ¡Salud, gran andarín | te dirán que sin prisa!
ESTA CANCION
S. RodriguezMe he dado cuenta que miento | Siempre he mentido, siempre he mentido | He escrito tanta inútil cosa | sin descubrirme, sin dar conmigo | Esta canción | es, más que una canción | un pretexto para sufrir | Y más que mi vivir | Y más que mi sentir | No sé si fue | que mataste mi fe | en amores sin porvenir | que no me queda ya | ni un gramo de sentir | Yo sé que a nadie le interesa | lo de otra gente | con sus tristezas | No amar en seco | con tanto dolor | es quizás la última verdad | que quede en mi interior | bajo mi corazón | Esta canción | es la necesidad | de aferrarme a la tierra al fin | de que te veas en mí | de que me vea en ti | Yo sé que hay gente que me quiere | Yo sé que hay gente que no me quiere
VUELA PENA
A. PérezSopla el primer viento y trae la pena | cabizbaja, aún somnolienta | con el polvo haciendo lazo | en su cabeza | Sopla el primer viento y trae la pena | de una ingrata primavera | que cambió su traje blanco | por el gris de la tormenta | Pena, pena que se va y regresa | como lleva y trae la arena | una ola que rabiosa roba huellas | Pena, pena ajena | que me acecha | como propia, como nueva | como una ave que, cansada de viajar | al fin se queda | Pena, vuela pena | adonde quieras | rómpete contra las piedras | o queda, quédate quieta | Pena, vuela pena | adonde quieras | pero lejos de la tierra | donde yace moribunda la inocencia | Pena, pena que mata, que quema | Pena inmensa que envenena | que te empaña el horizonte | Aunque ya, ya no haya niebla | Pena, pena enorme, pena eterna | que endurece, que lacera | que convierte a la princesa | en la más anciana reina | Pena, pena ajena | que me acecha | como propia, como nueva | como una ave que cansada de viajar | al fin se queda | Pena, vuela pena | adonde quieras | Rómpete contra las piedras | o queda, quédate quieta | Pena, vuela pena | adonde quieras | pero lejos de la tierra | donde acaban de enterrar a la inocencia
YO NO TE PIDO
P. MilanésYo no te pido | que me bajes una estrella azul | Sólo te pido | que mi espacio llenes con tu luz | Yo no te pido | que me firmes | diez papeles grises para amar | Sólo te pido | que tú quieras | las palomas que suelo mirar | De lo pasado no lo voy a negar | El futuro algún día llegará | Y del presente qué te importa la gente | si es que siempre van a hablar | Yo no te pido | que me bajes una estrella azul | Sólo te pido | que mi espacio llenes con tu luz | Sigue llenando este minuto | de razones para respirar | No me complazcas, no te niegues | no hables por hablar | De lo pasado no lo voy a negar | El futuro algún día llegará | Y del presente qué te importa la gente | si es que siempre van a hablar | Yo no te pido | que me bajes una estrella azul...
AÑOS
P. MilanésEl tiempo pasa | nos vamos poniendo viejos | y el amor no lo reflejo como ayer | Y en cada conversación | cada beso, cada abrazo | se esconde siempre un pedazo | de razón | Pasan los años y cómo cambia lo que yo siento | Lo que ayer fuera amor se va volviendo otro sentimiento | Porque años atrás | darte la mano, pedirte un beso | sin forzar un momento | formaban parte de una verdad | El tiempo pasa | nos vamos poniendo viejos | y el amor no lo reflejo como ayer | Y en cada conversación | cada beso, cada abrazo | se impone siempre un pedazo | de temor | Vamos viviendo | viendo las horas que van muriendo | Las viejas discusiones | se van perdiendo entre las razones | A todo dices que sí | a nada digo que no | para poder construir | la perfecta armonía | que pone viejos los corazones | El tiempo pasa | nos vamos poniendo viejos | y el amor no lo reflejo como ayer | En cada conversación | cada beso, cada abrazo | se impone siempre un pedazo | de razón | El tiempo pasa...
EL MANANTIAL
P. MilanésAy amor, que te vas | como un ave fugaz | y el plumaje lo deja | donde se ha ido | Ay amor, que te vas | esperando encontrar | lo que nunca has hallado ni hallarás | Érase un camino muerto | por los años y el dolor | de ser camino y no poder caminar | lo ataban al cruel destino | de esperar y esperar | Y llegó un manantial | cauce joven de amar | y se puso a regar lo que murió | Ni el amor ni el dolor | de agua fresca de amar | pudieron impedir lo que pasó | Érase un camino muerto | por los años y el dolor | de ser camino y no poder caminar | lo ataban al cruel destino | de esperar, y esperar | Y llegó un manantial | cauce joven de amar | y se puso a regar lo que murió | Ni el amor ni el dolor | de agua fresca de amar | pudieron impedir lo que pasó | El manantial se secó | El camino se murió
DIARIO
M. PorcelTe preguntas qué ha sido de mí | en los últimos meses, desde que me fui | con las aves más viejas emigran al sol | si mi canto se ha muerto entre sueños de amor | Y confundes la falta de fe | con la pena y el llanto | que marcan mi sien | y entre tantas preguntas | llegas a pensar | que he olvidado tu beso | y tu forma de estar | que de nada ha servido | perder la belleza de tanto mimar | Vivo con mis sueños al pairo | así, como siempre, sigo siendo lo mismo | que en aquel entonces | una oveja perdida, un poco más vieja | yo no sé, tal vez más inocente | Abandoné mi cuerpo a la llovizna | Y he sentido la falta de tu beso | Pero me dio la lluvia una riqueza | que tu aliento y tu beso no me dieron | He visto que la flor se muere sola | porque siempre le falta un compañero | Cuando la soledad me acariciaba | aprendí el refranero de memoria | alimentando el verbo y la sonrisa | de una brisa nocturna y aleatoria | Y, tras almacenar rayos de luna | comprendí que la dicha no era eterna | Pero la tierra, siempre blanda y buena | acunó mi canción | y me dio fuerzas | He tenido en mis manos las palabras | Que, te confesaré, sirven de poco | Los besos se reparten como el agua | y la sed sigue siendo para todos | Como ves, solamente he vivido | del alba al ocaso | como un labrador | Hoy cuento con mis brazos | sin miedo, sin prisa | Creo que, eso sí | que ha cambiado mi risa | Tengo un credo | para resistir la nostalgia y el tiempo | Creo en el amor | Ahora paso el invierno más cerca del mar | No me faltan amigos | Tengo un trozo de pan | mi guitarra y un hijo | en fin, que no me puedo quejar | Y aunque he sido feliz | pienso en ti
EN BUSCA DE UNA NUEVA FLOR
M. PorcelSi tu ser, rompiendo las distancias | se confunde, andando, con mi ser | Y tu aliento se alza, hasta tocar el sol | en busca de una nueva flor | Y si tu pecho vela mi descanso | y mi andar desata tu canción | y tu luz se abriga en mi corazón | en una sola voz | Tendremos sueños que tejerle al mar | La mansa estrella de la libertad | Y aquella flor | que hay que encontrar, más allá | donde el verso será la paz que crece | Si tus manos fueran, con mis manos | mil gaviotas que, al volar | se reparten sol, amor, y pan | seremos mil gaviotas más | que vuelan sobre el mar | Tendremos sueños que tejerle al mar | La mansa estrella de la libertad | Y aquella flor | que hay que encontrar, más allá | donde el verso será la paz que crece | Si tus manos fueran, con mis manos | mil gaviotas que, al volar | se reparten sol, amor y pan | seremos mil gaviotas más | que vuelan sobre el mar | Que vuelan sobre el mar