Repertorio / LONG PLAY VERSION 1972

  • La balada del empleado nuevo
  • Amor de tarde
  • Yo soy la secretaria ideal
  • Cuando te jubiles
  • Guardería
  • Aquí no hay cielo
  • De qué se ríe?
  • Vuelo 202
  • Fin de siesta
  • Vidalita, por las dudas
  • Tu quebranto
  • Antes del sueño

LA BALADA DEL EMPLEADO NUEVO

M.Benedetti / A. FaveroViene contento el nuevo | la sonrisa juntándole los labios | El lápiz “Faber” virgen y agresivo | El duro traje azul de los domingos | Decente. Un muchachito | Cada vez que se | sienta piensa en las rodilleras | Murmura “Sí, señor” | Se olvida de sí mismo | Agacha la cabeza | Escribe sin borrones | Escribe hasta las siete menos cinco | Sólo entonces suspira | Y es un lindo suspiro | de modorra feliz | de cansancio tranquilo | Claro, uno ya lo sabe | se agacha demasiado | Dentro de veinte años | quizá de veinticinco | no podrá enderezarse | ni será el mismo | Tendrá unos pantalones mugrientos y cilíndricos | Y un dolor en la espalda, siempre en su sitio | No dirá “Sí señor” | Dirá “Viejo podrido” | Rezará palabrotas despacito | y dos veces al año pensará convencido | sin creer su nostalgia ni culpar al destino | que todo, todo, ha sido demasiado sencillo

AMOR DE TARDE

M.Benedetti / A. FaveroEs una lástima que no estés conmigo | cuando miro el reloj y son las cuatro | y acabo la planilla y pienso diez minutos | y estiro los brazos como todas las tardes | y hago así con los hombros para aflojar la espalda | y me doblo los dedos y les saco mentiras | Es una lástima que no estés conmigo | cuando miro el reloj y son las cinco | Una lástima, aunque estés a diez metros | mientras soy la manija que calcula intereses | o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas | o alguien que hace cifras y les saca verdades | Es una lástima que no estés conmigo | cuando miro el reloj y ya son las seis | Podrías acercarte de sorpresa y decirme “¿Qué tal?” | Y quedaríamos, vos con la mancha roja de mis labios | yo con el tizne azul de tu carbónico | Es una lástima que no estés conmigo

YO SOY LA SECRETARIA

M.Benedetti / A. FaveroYo soy la secretaria ideal | Mi jefe es elegante | Mi jefe es tan discreto | Es alto, es distinguido | es un jefe completo | Cuando viene y me encarga una copia textual | yo soy la secretaria ideal | Mi jefe tiene esposa | dos hijos y dos criadas | La esposa, por lo menos | no lo comprende nada | Cuando viene y me dice “Somos tal para cual” | yo soy la secretaria ideal | Mi jefe tiene un Mustang | y algún departamento | donde vamos a veces | yo y su remordimiento | Entonces lo conforto, es pecado venial | Yo soy la secretaria ideal | Mi jefe se comporta como un tipo maduro | La panza disimula uando viste de oscuro | Y si bosteza y dice “Hoy no, me siento mal” | yo soy la secretaria ideal | Cuando se va mi jefe, mi jefe, ese hombre viejo | yo me desarmo y quedo sola frente al espejo | y a mí misma me digo el cansado ritual | “Yo soy la secretaria ideal”

CUANDO TE JUBILES

M.Benedetti / A. FaveroEl cielo de veras | que no es este de ahora | el cielo de cuando te jubiles | durará todo el día | todo el día caerá | como lluvia de sol | sobre tu calva | Estarás algo sordo | para escuchar los árboles | pero, de todos modos | recordarás que existen | Tal vez un poco viejo | para andar en la arena | pero el mar todavía | ye pondrá melancólico | Estarás sin memoria | Estarás sin dinero | Con el tiempo en los brazos | Como un recién nacido | Y llorará contigo | Y llorarás con él | Estarás solitario | como una ostra | Y podrás hablar | de tus fieles amigos | que, como siempre | contarán desde Europa | sus más tímidos | contrabandos y becas | Estarás en la orilla del mundo | contemplando desfiles para niños | eclipses y regatas | Te pondrás el sombrero | para mirar la luna | Nadie pedirá informes | ni balances, ni cifras | Sólo tendrás horario | para tu muerte | Pero el cielo de veras | que no es este de ahora | ese cielo de cuando te jubiles | habrá llegado demasiado tarde

GUARDERIA

M.Benedetti / A. FaveroHoy vino el patrón | y nos dejó su niño | Casi tres horas | Nos dejó su niño | Indefenso, sonriente y millonario | Un angelito gordo y sin palabras | Lo sentamos allí | Frente a la máquina | Y él se puso a romper su patrimonio | Como un experto desgarró la cinta | y le gustaron efes y comillas | Nosotros, satisfechos como tías, dejamos que haga y que deshaga | Por suerte ya la máquina está rota | Después de todo, el niño es un encanto | Sólo dice “Papá” | En diciembre dirá “Está despedido, no sea idiota”

AQUI NO HAY CIELO

M.Benedetti / A. FaveroQuién me iba a decir que el destino era esto | Ver la lluvie a través de letras invertidas | Esa pared con manchas que parecen ministros | El techo de los ómnibus brillantes como peces | Y esa melancolía que impregna las bocinas | Aquí no hay cielo | Aquí no hay horizonte | Hay una mesa grande para todos los brazos | Y una silla que gira cuando quiero escaparme | Otro día se acaba y el destino era esto | Es raro que uno tenga tiempo de verse triste | Siempre suena una orden, un teléfono, un timbre | Y, claro, está prohibido llorar sobre los libros | Porque no queda bien que la tinta se corra | Aquí no hay cielo

DE QUE SE RIE?

M.Benedetti / A. FaveroEn una exacta foto del diario | señor ministro del imposible | Vi en plena risa y en plena euforia | y en pleno gozo su rostro simple | Seré curiosa, señor ministro | ¿De qué se ríe? | ¿De qué se ríe? | De su ventana se ve la plaza | Villamiseria no está visible | Tienen sus hijos ojos de mando | pero otros tienen mirada triste | Aquí en la calle suceden cosas | que ni siquiera pueden decirse | Los estudiantes y los obreros | ponen los puntos sobre las íes | Por eso digo, señor ministro | ¿De qué se ríe? | ¿De qué se ríe? | Usted conoce mejor que nadie | la ley amarga de estos países | Ustedes, duros con nuestra gente | por qué con otros son tan serviles | Cómo traicionan el patrimonio | mientras el gringo nos cobra el triple | Cómo traicionan, usted y los otros | los adulones y los serviles | Por eso digo, señor ministro | ¿De qué se ríe? | ¿De qué se ríe? | Aquí en la calle sus guardias matan | y los que mueren son gente humilde | Y los que mueren son gente humilde | y los que quedan, llorando rabia | seguro piensan en el desquite | Allá en la selva sus hombres hacen | sufrir al hombre y eso no sirve | Después de todo usted es el palo mayor | de un barco que se va a pique | Por eso digo, señor ministo | ¿De qué se ríe? | ¿De qué se ríe? | Seré curiosa, señor ministro | ¿De qué se ríe?

VUELO 202

M.Benedetti / A. FaveroDesde el viento | que arrastra tantas nubes | como ángeles caídos | Desde este | basto sótano de cielo | hasta el que dios no baja | pero igual llega el miedo | Desde aquí | Desde arriba | Mi país | es una mancha verde | Una mancha tan verde | que parece rosada | Sin embargo | allá abajo es tan distinto | Hay glorias | pero glorias de bolsillo | campanillas y coimas | tangos viejos | almas verdes | almas de la estación | y almas podridas | Pero aquí, desde arriba | no se ve nada de eso | no se ve ni se nombra | Desde este | basto sótano de cielo | con brincos de aire | y pasos de azafata | mi país | otra vez tiene misterio | quizás porque no puedo | reconocer sus marcas | Desde aquí, desde arriba | no se ve ni se nombra | no se distingue nada | ni el corazón de oro | ni la cola de paja

FIN DE SIESTA

M.Benedetti / A. FaveroEl sol pesa menos que una sombra en pena | La luna se esconde, la tarde se enmienda | El sol pesa menos, pero igual se queda | Pasa algo sencillo | El viento no evito, pide santo y seña | Las hojas se mueven, pero con cautela | Los muros rebeldes entran en sospecha | Pasa algo sencillo | La paz era breve, breve la paciencia | Ya lo saben todos | sálvese quién pueda | Regalo del hambre donde la miseria | Pasa algo sencillo | Se acabó la siesta | El cielo está en duda, la ley está en quiebra | Los futuros libres nacen donde quiera | Nacen como nunca, crecen con urgencia | Pasa algo sencillo | Se acabó la siesta | El sol pesa menos que una calma en pena | Y, no obstante, ahora todo aquí se incendia | En la tarde herida y en la vida abierta | Pasa algo sencillo | Se acabó la siesta

VIDALITA POR LAS DUDAS

M.Benedetti / A. FaveroLas voces de abajo, vidalita | están casi mudas | Pero los gendarmes, vidalita | matan por las dudas | No saben en dónde, vidalita | se enredo el enredo | Por las dudas llevan, vidalita | chalecos de miedo | Dudan los dudosos, vidalita | Duda poca gente | Dudan los esbirros, vidalita | Duda el presidente | Pero si supieran, vidalita | lo que el pueblo sabe | ya no dudarían, vidalita | que duda te cabe | Conseguir lo justo, vidalita | cuesta dios y ayuda | Pero se consigue, vidalita | no te quepa duda | Yo tan sólo dudo, vidalita | cuando es más barato | Si para mañana, vidalita | o dentro de un rato

TU QUEBRANTO

M.Benedetti / A. FaveroTu voz no quiere cantar | Tu voz se esconde en el llanto | Si pregunto tu quebranto | es sólo por preguntar | Desde que tu pena existe | como un ileso sentido | todo está triste y cumplido | todo está cumplido y triste | No tiene melancolía | el limpio dolor que tienes | Ya no te quedan rehenes | para obtener la alegría | Tu voz no quiere cantar | Tu voz se esconde en el llanto | Si pregunto tu quebranto | es sólo por preguntar | Tu pena no es tu tortura | Tu pena es tu peregrina | Quién sabe cómo termina | si termina la aventura | Tu pena es un cautiverio | sin mar sin cielo y sin rosas | Por sobre todas las cosas | tu pena es como misterio | Tu voz no quiere cantar | Tu voz se esconde en el llanto | Si pregunto tu quebranto | es sólo por preguntar | Tu voz se calla por sabia | y ese silencio es mejor | Si tu dolor no es dolor | es que tu dolor es rabia | Tu dolor es una espada | que hiere o corta o libera | Tu pena es una manera | de vencer la madrugada | Tu voz no quiere cantar | Tu voz se esconde en el llanto | Si pregunto tu quebranto | no me vas a contestar

ANTES DEL SUEÑO

M.Benedetti / A. FaveroVoy a cerrar los ojos en voz baja | Voy a meterme a tientas en el sueño | En este instante el odio no trabaja | para la muerte que es su pobre dueño | La voluntad suspende su latido | y yo me siento lejos | tan pequeña | que a dios invoco, pero nada pido | con tal de compartir a penas | este universo que hemos conseguido | por las malas y, a veces, por las buenas | Por qué el mundo soñado no es el mismo | que este mundo de muerte a manos llenas | Mi pesadilla es siempre el optimismo | Me duermo, débil sueño, que soy fuerte | Pero el futuro aguarda, es un abismo | No me lo digan cuando me despierte