MALTRATAME JOHNNY
B. Vian / N. GuevaraEstaba sentado a mi lado | Cuando se paró quedó más bajo | Y yo me dije, es todo mío | Vení chiquito, vení conmigo | Yo le llevaba una cabeza | Él era flaco como un cuis | Subió conmigo hasta la pieza | y le grité "lobo vení" | Maltratame, Johnny, Johnny, Johnny | Sacudime, ¡zum! | Pisoteame, Johnny, Johnny, Johnny | Me gusta el amor que hace bum | Qué te va a fajar, qué te va a fajar | Qué te va a fajar, qué te va a fajar | Él sólo tenía las medias puestas | verdes, celestes y coloradas | Y me miraba como un bombita | pobrecito, no entendía nada | Y me gritó, desesperado | "Yo soy incapaz de matar a una mosca" | Me enfurecí, lo abofetee y le grité salvajemente | Sacudime, Johnny, Johnny, Johnny | Yo no soy una mosca | Pisoteame, Johnny, Johnny, Johnny | Me gusta el amor que hace bum | Andá, pisoteala, andá, pisoteala | Andá, pisoteala, andá, pisoteala | Y viendo que el pobre no se excitaba | lo insulté de arriba abajo | con groserías ya conocidas | y algunas otras que fui inventando | Esto le hizo tan mal efecto | que dijo "basta, terminala | me estás tomando por un imbécil | Te voy a dejar de cama" | ¡No, me haces mal, Johnny, Johnny, Johnny | Con los pies no! | -sí!- | No, me haces mal, Johnny, Johnny, Johnny | No me gusta el amor que hace bim | Y la pisoteó, y la pisoteó | Y la pisoteó, y la zapateó | Johnny se puso sus zapatitos | su camisita, su trajecito | salió corriendo escalera abajo | y me dejó hecha un estropajo | Eh, Johnny
QUIEN SIGUE?
T. Lehrer“En el mes de mayo de este año ocurrió esa terrible tragedia que fue el terremoto de Perú, y que costó casi 60.000 vidas humanas. Se dice que fue originado por una experiencia nuclear que hicieron los franceses en el Pacífico, pocos días antes, y que repitieron un mes más tarde. Los indonesios están a punto de hacer un experimento de esa clase. Y nosotros mismos, en Atucha, estamos preparando nuestra bombita. Entonces, parecería que la palabra del momento fuera proliferación. Y esta canción, se refiere a eso.” | Primero fue la USA y no está mal | porque aman la paz y la maternidad | Luego vino Rusia, así debe ser | de esta manera se equilibra el poder | ¿Quién sigue? | Francia la siguió, mas no nos preocupemos | la usan lejos, esperemos | China después, mas no se asusten | en estos cinco años es difícil que la usen | ¿Quién sigue? | Los indonesios nos dijeron | que la tendrán un día de estos | Piden dos los sudafricanos | Una para los negros | y otra para los blancos | ¿Quién sigue? | Egipto tiene una también | para usarla sabemos con quién | Por eso en Israel la situación es tensa | así que quieren una en propia defensa | Dijo el salmo "el señor es mi pastor" | pero por las dudas la bomba es mejor | Quién sigue | Luxemburgo la exigió | Tal vez Mónaco, por qué no | Trataremos de tomarlo con serenidad | cuando tenga la bomba Tucumán | ¿Quién sigue? | ¿Quién sigue? | ¿Quién sigue? | ¿Quién sigue? | ¿Quién?
EL TIEMPO PASADO
G. BrassensSegún cuentan las historias | los veinte años es la edad mejor | Los míos murieron con pena y sin gloria | y bien lejos del campo de honor | Si alguna vez tuve mala suerte | fue en ese tiempo sin sol | Sin embargo hoy lloro su muerte | Se acabó, fue mi bella estación | Ah, que hermoso | es el tiempo pasado | cuando la memoria | lo ha empañado | Qué fácil es perdonar | a quien nos ha ofendido | Los muertos son todos buenos tipos | Con tu memoria de piojo | querido, te has acordado | de nuestro amor de reojo | amor mezquino y fracasado | Amor con el cual no llegamos | más allá del borde de la cama | Sin embargo hoy lo lloramos | se acabo, es la dicha lejana | Ah, qué hermoso | es el tiempo pasado | cuando la memoria | lo ha empañado | Qué fácil es perdonar | a quien nos ha ofendido | Los muertos son todos buenos tipos | Me pongo mi traje negro | y mi cara de velorio | para asistir al entierro | de un notable vejestorio | La tierra nunca ha engendrado | sujeto más despreciable | sin embargo hoy lo lloramos | ha muerto, ya es venerable | Ah, qué hermoso | es el tiempo pasado | cuando la memoria | lo ha empañado | Qué fácil es perdonar | a quien nos ha ofendido | Los muertos son todos buenos tipos
EL DULCE MINUET
N. Guevara / A. FaveroHay días en mi vida | en que nada es alegría | me siento pesimista, triste y descreída | Mas cuando estoy mufada | y ya no sé qué hacer | entonces canto | este alegre y dulce minuet | Hay hambre en Sudáfrica, la la la la la la | Secuestros en Beirut, la la la la la la | Tiroteos en Irlanda, la la la la la la | Y huelgas en Perú, la la la la la la la | La tierra está plagada | de almas desoladas | Los rusos odian a los chinos | los chinos a los cubanos | en Inglaterra odian a los yankees | en Italia a los italianos | y yo no quiero a nadie mucho que digamos | Pero sin embargo | podemos estar calmos | pues tenemos como adorno | una nube hongo | Y también la convicción de | que alguna hermosa tarde | alguien tocará el botón y | volaremos todos por el aire | Hay hambre en Sudáfrica, la la la la la la | Y masacres en Vietnam, la la la la la la | Lo que natura no ha querido darnos | nuestros semejantes nos lo darán
AQUI NO HAY CIELO
M.Benedetti / A. FaveroQuién me iba a decir que el destino era esto | Ver la lluvie a través de letras invertidas | Esa pared con manchas que parecen ministros | El techo de los ómnibus brillantes como peces | Y esa melancolía que impregna las bocinas | Aquí no hay cielo | Aquí no hay horizonte | Hay una mesa grande para todos los brazos | Y una silla que gira cuando quiero escaparme | Otro día se acaba y el destino era esto | Es raro que uno tenga tiempo de verse triste | Siempre suena una orden, un teléfono, un timbre | Y, claro, está prohibido llorar sobre los libros | Porque no queda bien que la tinta se corra | Aquí no hay cielo
INOCENCIA
E. Schóó / A. Favero“Dedico esta canción a todas esas personas desinteresadas empeñadas en la ardua tarea de preservar nuestra moral accidental y cristiana” | Y todas las mañanas Inocencia | se pone el vestidito de organdí | Su mamita la peina con dos trenzas | y moñitos de gasa y plumetí | En la plaza todos los nenes juegan | a la mancha, sube y baja, y qué sé yo | Mientras Inocencia se queda sentadita | sobre un banco sombreado en un rincón | Si salta se le arruga el vestidito | Ni que hablar de gritar o de correr | Si legara a ensuciarse los moñitos | en penitencia la habrían de poner | A la escondida no, dice mamita | pues en sitios ocultos y alejados | nunca se sabe qué le mostrarían | a la pobre nena todos esos degenerados | De mármol, desnuda y tentadora | en la plaza moraba una muchacha | Mamita protestó y, en pocas horas | la estatua tuvo su bombacha | Y así la vida pasa sin sorpresas | Inocencia acompaña a su mamita | cuando sale a ejercer beneficencia | o a las casas de la tía de visita | Qué tiene que Inocencia haya cumplido | ciento setenta y un poquito más | si da gusto verla con su vestidito | su cofia, su muñeca y su mamá | Si alguien quiere saber de qué se trata | preguntarle quién es, y adónde va | Que se le acerque al banco de la plaza | "Yo, Argertina, Señor" | Contestará
LA VACA
M. Flanders / D. Swann / N. Guevara / A. FaveroLa selva estaba de fiesta | Era el baile de la primavera | Y la pista estaba repleta de ardillas | De osos, de cebras y de todo | Pero quién es esa bestia infeliz | Que finge empolvar su nariz | Una pobre vaca sentada solita | Vestida de raso y cintitas | Otra vez se ha quedado sentada | Y murmura con voz angustiada | “Nadie me da corte por ser vaca | Una vaca | Nada más | Un vestido nuevo me he comprado | Me he bañado | Y también perfumado | He pasado el día | En la peluquería | Soy joven | Estoy en la flor de la vida | Sin embargo a nadie engancho | Sin embargo siempre plancho | Por ser vaca | Una vaca | Una vaca | Nada más” | “En el baile que sigue eligen las damas” | Alegre y nerviosa se apresta a bailar | Buscando a quién la aceptará| Cuando ella se acerca y les pide... | “¿Por favor?” | Ellos huyen diciendo... | “¡Por favor!” | Careciendo por completo de modales | Y comportándose como verdaderos animales | Descaradamente cantan: | “No le damos corte por ser vaca | Porque la vaca | Se ha esmerado” | “Mi vestido es muy hermoso” | “Para una vaca” | ”Me he bañado | y también perfumado” | “Te pusiste traje strich | Quieres ser Marlene Dietrich” | “Mi vestido es elegante | Mi vestido es deslumbrante” | “Sin embargo no te sienta | nosotros nos damos cuenta | que sos vaca | una vaca | una vaca | nada más” | Cabizbaja se aleja de la pista | Esta vaca que a nadie conquista | Más se queda boquiabierta | Al ver parado en la puerta | A un joven y apuesto ternero | Vestido como un caballero | Su rostro muestra desagrado | Al mirarla de arriba abajo | “Pareciera que usted es una vaca | Aunque algo rara para ser una vaca | Dígame por qué se ha maquillado | Su vestido no es nada apropiada | ¿Se tenía que teñir? | ¡Qué perfume, me quiero morir! | Desapruebo esas plumas de corista | Mas, vayamos a la pista | Pues estoy seguro que usted es una vaca | Una vaca | Una vaca | Más preciosa | Más hermosa | Y primorosa | Una vaca | Nada más”
LA MALA MEMORIA
B. Vian / P. Gerard / N. GuevaraEsta es la historia de Martín | Cuya cabeza era una cosa | Que trabajaba y trabajaba | En una forma curiosa | Esta es la historia singular | De un tipo que parecía normal | Cuyo cráneo sin esplendor | Era raro sólo en su interior | Martín sufrió desde temprano | De un mal que es en verdad frecuente | Una memoria traicionera | Que sólo le trajo inconvenientes | En la escuela o en su casa | Cuando algo le enseñaban | Martín, con gesto huraño | Enseguida lo olvidaba | Si, pero, si, pero | Se olvidaba de olvidarse de olvidar | Lo que debía olvidar | Y como se había olvidado de olvidar | Todo lo podía recordar | ¿Me siguen? | ¿Si? | Y enseguida esta facultad | Hizo que la sociedad | Entendiera su estupidez | Exactamente al revés | Olvidado de olvidar sus lecciones | Martín fue de los mejores | Y a pesar de ser tan tonto | Llegó a ser embajador muy pronto | Pero un día que estaba lloviendo | Y a su auto él iba corriendo | Se llevó por delante a su secretario | Y cayó como un canario | Su cráneo, como una maceta | Produjo un ruido musical | Originando en su croqueta | Una confusión fatal | Y de ahí en más | Se olvidaba de olvidarse de olvidarse de olvidar | Lo que debía olvidar | Y cómo olvidaba de olvidar lo que olvidaba | No se acordaba de nada | ¿Me siguen? | ¿Si? | Al perder con este accidente | Su memoria de repente | En lugar de acudir a una cita | Siguió viaje a Calamuchita | Pero en el camino | Un colectivo que iba embalado | Sin importarle su carga de almas | Cruzó delante del desgraciado | Y Martín que había olvidado | La existencia del peligro | Sin medir las consecuencias | Se embistió al colectivo | Y murió muy sorprendido | Al sentir dentro del cráneo | Un ruidito muy extraño | Y así fue que... | Se olvido de olvidar de olvidar de olvidar | De olvidar que debía olvidar | Lo que olvidaba daba de olvidarvidar de olvidar de olvidar | De olvidar lo que olvidaba de olvi... |¡Uy!, me olvidé el final...
DOÑA RATA
C. Nale Roxlo / A. FaveroDoña Rata salió de paseo | Por los prados que esmalta el estío | Son sus ojos tan viejos tan viejos | Que no pueden encontrar el camino | Demándole a una flor de los campos | Guiáme hasta el lugar en que vivo | Mas la flor no podía guiarla | Con los pies en la tierra cautivos | Sola va por los campos perdida | Ya la noche envuelve en su frío | Ya se moja su traje de lana | Con las botas del fresco rocío | A las ranas que halló en una charca | Doña Rata pregunta en el camino | Mas las ranas que exista | Nada más que su canto y su limo | A buscarla salieron los gnomos | Y los gnomos son buenos amigos | En la mano luciérnaga llevan | Para ver en la noche el camino | Doña Rata regresa trotando | Entre luces y barbas de lino | Qué feliz dormirá cuando llegue | A las pajas doradas del nido
LOS CHIQUILINES DEL DOMINGO
G. BecaudLos chiquilines del domingo | una estrella en cada ojo | sueñan con un amigo | que caerá de un rayo rojo | Superman, ese día, vos también te divertirías | repartiendo tus trompadas | entre la gente amargada | Los chiquilines del domingo | seguramente soñarán | con un papá que está bailando | en los brazos de mamá | Superman, en la fiesta | dirigiendo la orquesta | con tu batuta milagrosa | hacés posibles todas las cosas | Los chicos del domingo | una estrella en cada ojo | sueñan con ser independientes | y todopoderosos | Superman, ya que estás | por qué no me prestás | tu vestimenta completa | para poder volar | Los chiquilines del domingo | una estrella en cada ojo | sueñan con desquitarse un día | de lo que hacemos todos nosotros | Ellos sueñan que un día | vivir será lindo | Lunes, Martes, Miércoles, Jueves | Viernes y Sábados | y no solamente el Domingo
ARGENTINITO QUE NACES (Orientalito)
M. Benedetti / V. F. FaveroArgentinito que naces en tu jornada sin horas | Y que todo lo deshaces y que todo lo devoras | Argentinito que llegas con preguntas y estupores | Y lloras porque te niegas a meterte en tus dolores | Es cierto que no te ríes, pero nacer no es tan triste | Lo mejor es que te fíes del país en que naciste | Este país, este suelo, te espera, pobre y te espera | Con un antiguo desvelo, con nobleza de madera | Este país este mapa, puño nuevo y patria vieja | Es un país que te atrapa y así no más no te deja | Ya que naciste al orgullo acordate, argentinito | Que este país es murmullo, pero también es un grito | Y si te espera en pobreza este suelo que es tan viejo | Es porque nuestra riqueza se la llevaron muy lejos | Y si te espera en prisiones, con la verdad mal herida | Es porque ha habido razones para jugarse la vida | Y si te abriga en su pena, argentinito, acordate | Es porque la patria es buena, y es buena porque combate | Argentinito, te estamos pidiendo lo que ya sos | Este país lo cambiamos sobre todo para vos
VUELO 202
M.Benedetti / A. FaveroDesde el viento | que arrastra tantas nubes | como ángeles caídos | Desde este | basto sótano de cielo | hasta el que dios no baja | pero igual llega el miedo | Desde aquí | Desde arriba | Mi país | es una mancha verde | Una mancha tan verde | que parece rosada | Sin embargo | allá abajo es tan distinto | Hay glorias | pero glorias de bolsillo | campanillas y coimas | tangos viejos | almas verdes | almas de la estación | y almas podridas | Pero aquí, desde arriba | no se ve nada de eso | no se ve ni se nombra | Desde este | basto sótano de cielo | con brincos de aire | y pasos de azafata | mi país | otra vez tiene misterio | quizás porque no puedo | reconocer sus marcas | Desde aquí, desde arriba | no se ve ni se nombra | no se distingue nada | ni el corazón de oro | ni la cola de paja
FIN DE SIESTA
M.Benedetti / A. FaveroEl sol pesa menos que una sombra en pena | La luna se esconde, la tarde se enmienda | El sol pesa menos, pero igual se queda | Pasa algo sencillo | El viento no evito, pide santo y seña | Las hojas se mueven, pero con cautela | Los muros rebeldes entran en sospecha | Pasa algo sencillo | La paz era breve, breve la paciencia | Ya lo saben todos | sálvese quién pueda | Regalo del hambre donde la miseria | Pasa algo sencillo | Se acabó la siesta | El cielo está en duda, la ley está en quiebra | Los futuros libres nacen donde quiera | Nacen como nunca, crecen con urgencia | Pasa algo sencillo | Se acabó la siesta | El sol pesa menos que una calma en pena | Y, no obstante, ahora todo aquí se incendia | En la tarde herida y en la vida abierta | Pasa algo sencillo | Se acabó la siesta
NUESTRO AMIGO EL TRAFICANTE
T. LehrerCuando el sol del otro lado se asoma | alguien a la sombra desafía | Es el traficante de drogas | que sale a vender alegría | De tardecita, nunca antes | cualquiera lo puede ver | Es nuestro amigo el traficante | que hace bien sin mirar a quien | A los chicos les da muestras gratis | La experiencia le enseñó | que los que hoy tienen caras inocentes | serán mañana sus clientes | Aquí está el bálsamo calmante | Aquí está el fin de la ansiedad | Aquí está nuestro amigo el traficante | con sus dosis de felicidad | Ja, ja, ja, ja
JUANCITO
G. Becaud / P. Delanöe / N. Guevara / A. FaveroHace mucho tiempo, en Francia, vivió un señor llamado Jean de Lafontaine, autor de esas fábulas horribles que todavía circulan por nuestras escuelas. Según cuentan los historiadores, este Jean de Lafontaine, que quiere decir algo así como Juan de la fuente y que, de ahora en adelante, llamaremos Juancito, no era lo que se llama un alumno ejemplar, como veremos enseguida. | Dabadabadá..... | Ay, Juancito, siempre en la luna | Qué chiquito tan holgazán | Por qué no contestas a mis preguntas | Cállese, no sea charlatán | Qué es lo que mira por la ventana | Ay, Juancito, ¿Me va a escuchar? | Aún no ha sonado la campana | En el recreo podrá jugar | Mire, mire, señorita | Una cigarra en mi cuaderno | Señorita, no es culpa mía | Si está cantando en el invierno | Qué es lo que dice está criatura | Con ese flequillo tan desprolijo | Por qué bosteza en literatura | Ay, si este niño fuera mi hijo | Mire, mire, señorita | El león está hablando con el ciempiés | Señorita, no es culpa mía | Si para mi dos y dos son tres | Se comporta en forma indebida | Distrayendo a sus compañeros | No llegará a nada en la vida | Vamos a ponerle un cero | Mire, mire, señorita | Tiene una hormiga en el sombrero | Señorita, no es culpa mía | Si el lobo se comió al cordero | Ay, Juancito, qué tarambana | No lo podemos permitir | Por la puerta o por la ventana | Ay, Juancito, tendrá que salir
EL PEREZOSO
M. Flanders / D. Swann / N. Guevara / A. FaveroNacha: ¿Y ahora con qué seguimos? | Alberto: ¿Te gustaría seguir con la canción del perezoso? | Nacha: Hm, ¿Te parece? | Alberto: Sí, yo creo que sí | Nacha: Bueno, a ver... | Todos conocemos gente haragana, que tiene la cabeza en las nubes. Pero hay un animal haragán que tiene los pies en las nubes. Es el perezoso. En realidad, para cantar esta canción, yo tendría que colgarme de los pies, pero estuve probando y me resulta un poco incómodo, así que si ustedes son tan amables y para escucharla se paran sobre sus cabezotas vamos a obtener, más o menos, el mismo efecto. | Un perezoso es lo que soy | Feliz con migo estoy | Vivo una vida llena de paz | A mi me gusta vagar | Tengo tres dedos en cada pie | Lo que hace un total de seis | Y frutas y flores para comer | Qué hermoso ser perezoso | El mundo está lleno de honradez | Si se lo ve al revés | Aquí las penas son alegrías | No existen las caídas | Me gusta ver revolotear | Las moscas y las polillas | E imaginar las maravillas que haría gustoso | Si no fuera un perezoso | Hubiera inventado el paraguas | Y escalado un día el Aconcagua | Me habría casado con una alquimista | Y sería el más grande de los deportistas | Tocar muy bien el clarinete | Poner una fábrica de hacer zoquetes | Atrapar algún ladrón | Ser un faraón | Ser un millonario | Dirigir un diario | Y pintar la Mona Lisa | Los domingos ir temprano a misa | Escribir las nueve sinfonías en un solo día | No es que me falta a mi talento | Lo que me falta es tiempo | Y paso la vida de rama en rama | Los árboles son mi cama | Me gusta sentir la languidez | De estar colgado de los pies | Mientras los castores, siempre apurados | Corren para todos lados | Yo miro el cielo | A través de mis dedos | Qué hermoso | Ser perezoso
LA HORMIGA
R. Desnos / J. Kesma / N. Guevara / A. FaveroUna hormiga de nueve metros | Con paraguas y con sombrero | Eso no existe | Eso no existe | Una hormiga tirando un carro | Con pingüinos y canarios | Eso no existe | Eso no existe | Una hormiga que hable inglés | Que hable francés y japonés | Eso no existe | Eso no existe | Y por qué? | Por qué? | ¿Y por qué no existe?
LOS IMBECILES
J. C. Pascal / L. Chauliac / B. DimeyEl imbécil de buena cuna | mide cinco o seis pies de altura | y por la boca da a entender | tanto el dolor como el placer | Y por la boca da a entender | tanto el dolor como el placer | Como no tiene plumaje | contra el frío ni pelaje | cubre su cuerpo con unos trapos | que reciben el nombre de traje | Cubre su cuerpo con unos trapos | que recibe el nombre de traje | Según dice la leyenda | una peste acabó con muchos | pero se reproducen sin problemas | como nosotros, con el mismo sistema | Se reproducen sin problemas | como nosotros, con igual sistema | Hay imbéciles de muchas clases | es evidente, que pululan por las ciudades | y por el campo constantemente | Que pululan por las ciudades | y por el campo constantemente | Dios nos proteja de su maldad | si los herimos de casualidad | Cuando atacan son despiadados | así que es mejor tener cuidado | Cuando atacan son despiadados | es mejor tener cuidado | Pues se comportan como panteras | con la misma ferocidad | Y se pasean y van y vienen | y entran y salen con libertad | Y se pasean y van y vienen | y entran y salen con libertad | Los imbéciles tienen mujeres | Las mujeres tienen amantes | Y viven dramas pasionales | como los nuestros, iguales iguales | Y viven dramas pasionales | como los nuestros, iguales iguales | Hay algunos que hacen negocios | y se devoran entre los socios | Y otros que sueñan solitarios: | son los imbéciles otarios | Y otros que sueñan solitarios | na na na na na na na na na | Este secreto les confío | a quienes hoy están oyendo: | los ejemplares de este tipo | poquito a poco se van extinguiendo | Los ejemplares de este tipo | poquito a poco se van extinguiendo | ¿Saben por qué? | Por imbéciles
AMOR POR EL BOSQUE
M. BenedettiHabía una vez un bosque, lleno de trastos viejos y florecillas nuevas, entre los que, inconscientemente alegres, corrían, volaban, saltaban o, simplemente, transitaban sus habitantes naturales: gorriones, vaquitas de sanantonio, mulitas, zorrinos, liebres, perdices, ranas, cotorras, picaflores, etcétera. | Las relaciones zoociológicas eran relativamente buenas. Después de cada lluvia los hongos nacían como hongos, y eso daba abundante motivo a los cantos, graznidos, cotorreos, mugidos, rebuznos y otros medios de comunicación de masas. | Las flores eran vulgares y silvestres, pero por lo menos nadie las pisoteaba. Con su samba de una sola nota las insistentes ranas llenaban la noche. Eran verdaderamente llenadoras. En época de relativa escasez, los animales mayores corrían la liebre; pero cuando la escasez era más grave hasta las liebres corrían la liebre. Sin embargo, y pese a todas las dificultades de la vida salvaje, aquel era un bosque feliz. | Naturalmente había objeciones contra la tozudez de las mulitas, la difamación de las cotorras o la ronca sapiencia de los sapos; pero después de todo un picaflor tenía casi los mismos derechos que un yacaré, la única diferencia estaba en la dentadura. Todos estaban autorizados a ver el cielo, que aparecía entre las altas ramas y, cuando las calandrias cantaban el himno del bosque, los pinos se quitaban respetuosamente las copas y todos los árboles lo escuchaban de pie. | Por supuesto, un bosque es un conjunto de árboles y de matas, pero en él todo marcha mucho mejor cuando se arbola que cuando se mata. Esto no pareció importarle demasiado a un señorito ceñudo y sañudo que apareció en el bosque una mañana gris. De entrada, miró con resentimiento a arbustos y alimañas. Como anticipo, pisoteó un escarabajo y le arrancó lentamente las alas a una mariposa. Al día siguiente vino con otros hombres igualmente ceñudos y sañudos, acompañados de extraños instrumentos, herramientas y maquinarias. | Durante dos o tres semanas, indiferente a las más hondas aspiraciones de la flora y de la fauna, taló y taló. No dejó un solo árbol en pie. Los animales y animalitos que, por algún azar, lograron sobrevivir a la hecatombe, pasado el estupor inicial huyeron despavoridos. | Por fin, el hombrecito hizo cargar todos los troncos en enormes caminos. Sólo una tortuga quedó, por razones que ustedes podrán imaginar, para presenciar esta última operación. Por lo tanto, fue ella el único testigo de un extraño gesto: el hombrecito desenrolló un gran cartel y lo colocó en el primero de los camiones. Como la tortuga era analfabeta no pudo enterarse del texto del letrero, que decía: “Yo quiero a mi bosque, ¿Y usted?”
CANCION PARA USTEDES
J. A. Goytisolo / A. FaveroYa no pueden volver atrás | Porque la vida los empuja | Con un aullido interminable | Hijos míos | Es mejor vivir con la alegría de los hombres | Que lloraron ante el muro | Ante el muro ciego | Hay momentos felices | Pero el dolor también depara | Otros caminos sin salida | Se sentirán acorralados | Por el miedo y la incertidumbre | Desearán no haber nacido | Yo sé muy bien que les dirán | Que la vida no tiene objeto | Que es un asunto desgraciado | Desgraciado | Pero entonces acuérdense | De lo que un día yo canté | Pensando en ustedes | Como ahora pienso | Un hombre solo, una mujer | Así tomados de uno en uno | Son como polvo, no son nada | Pero cuando les hablo a ustedes | Cuando les canto de este modo | Pienso también en otros hijos | En otros hijos | Toda la historia del hombre | Está en la historia de uno solo | Como la mies dentro del grano | Nunca se entreguen ni se aparten | Junto al camino nunca digan | No puedo más y aquí me quedo | Vuestro destino está | En los demás, vuestro futuro | Es la vida pues, la dignidad es la de todos | Ellos esperan que resistan | Que les ayuden vuestra alegría | La vida es bella | Ya verán como a pesar de los pesares | Tendrán amor, tendrán amigos | A pesar de los pesares | Por lo demás no hay elección | Y este mundo tal cual es | Vuestro patrimonio | Perdónenme, no sé decirles nada más | Pero comprenda que yo aún estoy en el camino