ARTAUD66

Artaud 66 de Alberto Cousté; Una antología del teatro de la crueldad (del grupo El Teatro de la Peste, basado en la obra de Antonin Artaud)

• Flora Dabbah
• Ethel Dizner
• Marucha Elizalde
• Nacha Guevara
• Marta Ingberg
• Jorge Labrar
• Gustavo Mac Lennan
• Arnaldo Rico
• Susana Segovia
• Skarpe

• Coordinación vocal: Gianni Siccardi
• Sonido: Jorge Arar Badi
• Diapositivas: Eduardo Comesaña
• Realización escenográfica: Juan Testi y Bruno Zamuner
• Realización de vestuario: Maria Elena Ruiz
• Técnicos de cabina: Francisco Cortese y Luis Natal
• Utilería y pelucas: Jorge Laguzzi
• Asistente de Escenografía y Vestuario: Sylvia Schroll
• Asistente de Dirección y Jefe de Escena: Aldo Grinberg
• Producción: Roberto Socol
• Música: Rodolfo Arizaga
• Escenografía y Vestuario: Luis Diego Pedrería
• Dirección General: Alberto Cousté

Antonin Artaud

Nace en Marsella el 4 de setiembre de 1896. Se establece en Paris en 1920 y se vincula de inmediato a la actividad escénica. Desde entonces hasta 1936 —fecha de su viaje a México—desarrolla una intensa tarea teatral, Cinematográfica y literaria: participa —como actor; director o escenógrafo— de 25 puestas en escena, entre las que deben mencionarse los espectáculos del teatro "Alfred Jarry", que funda en colaboración con Roger Vitrac y "Los Cenci", primer y único espectáculo del Teatro de la Crueldad; interviene en 20 films (dirigido por Dreyer, Abel Gance, René Clair y Frita Lang, entre otros); pertenece —entre 1924 y 1927— al movimiento surrealista. A su regreso de México —donde convive con los indios tarahumaras— Intenta un viaje a Irlanda que le trae desastrosas consecuencias: deportado por escandaloso es acusado de actos de locura por las autoridades del barco, e internado en el Hospital General del Havre en cuanto desembarca. Comienza allí un largo periodo de internaciones (1937-1946) en los hospicios de Sotteville-les-Rouen, Sainte Anne, Ville-Evrard y Rodez. Su prestigio en aumento —sobre todo después do la publicación de "Le Théatre et son doublé" (1938)— mueve a los intelectuales franceses a pedir reiteradamente su libertad, lo que se consigue al finalizar la guerra. En los dos años que le quedan de vida escribe varios de sus textos fundamentales. Muere en la mañana del 4 de marzo de 1948.

Teatro de la Peste

En septiembre de 1965, una cooperativa teatral todavía sin nombre propio estrenó, en el Teatro del Altillo, la obra "No hay piedad para Hamlet” de Mario Trepa y Alberto Vanasco. Un sector de la critica y del público vio en esa experiencia un aliento desconocido para el teatro argentino, y la apoyó fervorosamente; otro sector, en cambio, sólo acuso el Impacto de un espectáculo tumultuoso al que negó toda validez artística. Entre ambos extremos, una tercera corriente de opinión confundió el experimento con una variante del llamado "teatro del absurdo", o lo explicó con el aún más vago rótulo de "teatro de vanguardia". En marzo de este año —luego de un verano dedicado a la continuación del trabajo teórico— el grupo decidió constituirse en elenco estable bajo el nombre "Teatro de la Peste", omitiendo toda declaración de principios que no fuese su propia acción. Para el primor espectáculo del nuevo grupo se creó la presente Antología del Teatro de la Crueldad, a manera de homenaje y agradecimiento a Antonin Artaud, cuyas ideas sobre el teatro y la cultura de Occidente, estimularon desde el comienzo las búsquedas del equipo. Las posibilidades de contagio de esta experiencia están desde ahora a disposición del público.

Centro de Experimentación Audiovisual

En un mundo complejísimo en trance de cambio total, en un mundo de acontecimientos paralelos y relativos, en un mundo no-euclidiano y no-cartesiano, en un mundo al mismo tiempo adormilado por saturación ante el exceso de Informaciones, reclamos, estimulantes y tranquilizantes, en el que aconteceres. pasiones y palabras significan poco, son necesarias nuevas herramientas de representación. Simplemente porque hay nuevas realidades, nuevas relaciones entre cosas, que representar. Y nuevas posibilidades de hacerlo. Estamos en la actitud del hombre que se dispone a hablar en forma nueva. La realización de objetos de prueba, es imprescindible para cumplir este trabajo. Por eso hacemos espectáculos experimentales. Estos no intentan demostrar algo. Solamente plantean preguntas. En algunos casos nuevas. Estos trabajos no niegan las obras del pasado o las convencionales del presente. Al contrario, pensamos que constituyen vías de comunicación con ellas. Buscamos que converjan, que se representen en la Sala, las varias tendencias o caminos seguidos actual-mente en esta experimentación. Distintos grupos y personas son invitados para que puedan trabajar con las posibilidades que les dan los recursos técnicos y humanos de la Sala. Desde el Centro se tiende a realizar un trabajo hacia el futuro. Estamos en la actitud del hombre que se dispone a hablar en forma nueva de un mundo que se hace nuevo. Roberto Villanueva, Director