Nacha Guevara llega con “¿Cómo hace esta mujer? La verdadera Nacha, canta y cuenta todo”, su nuevo unipersonal en el que relata experiencias de vida, de arte, canciones y donde busca un contacto más profundo con su público.
Las apariencias no siempre engañan, diría la voz en off en una película de su vida, como introducción a cualquiera de los momentos en los que Nacha Guevara se deja ver en público. El dominio de su imagen es un lenguaje que disfruta ejercitar, y dice que se trata de una de las mejores maneras de lograr ser escuchado en esta sociedad, dominada por lo que se ve. "Maharishi decía que en cada época hay que hablar el idioma que entiende la gente", dice, y es imposible explicar que esta mujer, de 71 años, irradie la juventud de la que fue hace 30 años, cuando empezó el camino espiritual que la sigue transportando.
De eso y otras cuestiones más y menos mundanas hablará y dejará que le pregunten en ¿Cómo hace esta mujer? La verdadera Nacha, el unipersonal que la tiene en gira por el interior del país y que presentará el sábado y domingo en el Teatro Real.
"Es una experiencia rara y antes de entrar al escenario me pone mucho más nerviosa que hacer cualquier otro personaje o rol. Necesito una preparación que no hago nunca para actuar. Me asusta entrar", dice, y atribuye el miedo al grado de exposición al que se anima. Será sin red entonces, pero animada por el entusiasmo cariñoso que recibe de la gente que quiere saber de su vida y sus secretos de belleza.
-¿Qué función cumple este cuidado por tu imagen en lo que intentás transmitir desde tu mundo interior?
-Esta es la época del idioma de la apariencia, pero no lo hago por eso, yo me cuidé desde siempre sino los resultados no estarían aquí, pero la apariencia ayuda a que te escuchen. Es parte de mi trabajo siempre, y además me gustan las cosas armoniosas, bellas, el equilibrio, tengo un ojo muy refinado para ver y corregir.
-¿Cómo te llevás con las Nachas que fuiste en el pasado, en apariencia y convicciones?
-Me llevo bien, lo peor que podría pasar sería llevarme mal. Lo que soy es el resultado de todas las que fui.
-La posición femenina aparece siempre en los personajes que elegís, y también en este unipersonal. ¿Qué te atrae como artista para decir sobre la cuestión del género?
-Creo que lo femenino tiene un rol muy importante. Hay una manera femenina de hacer las cosas. Es sinónimo de cuidado. A veces miro una película y me doy cuenta de la mano de la mujer, percibo esa mirada en los detalles. Eso se transporta a otras tareas, un médico, una maestra. Creo que el aporte de la mujer es el cuidado, de todo lo que emprenda, de la vida, las tareas, la familia. No es una imposición, un rol dado por la sociedad, sino algo natural en la mujer.
-¿Qué dirías que te llevó a explorar tus búsquedas espirituales y personales, hace 30 años?
-El exilio tuvo mucha importancia en ese inicio, porque es una experiencia de vida muy límite, pasa de todo y al mismo tiempo de lo único que te das cuenta es que hay que conseguir trabajo y darle de comer a los hijos. Eso tapa lo demás, que sigue ahí, tapado, el desarraigo, los miedos, la búsqueda de identidad porque salís sin nada, sin familia ni nombre. Fue morir y renacer, y empezó a aparecer de a poco esta necesidad. Fui muy resistente a estos caminos, era muy cínica, muy sementera. Cuando empecé a meditar, fue porque observé en el tiempo la calidad de las personas que meditaban, tenían algo distinto que no sabía explicar qué era y desde la primera vez me di cuenta que era algo que iba a hacer siempre.
Sin miedo a la soledad, dice que prefiere estar en paz con la vida antes que pensar en la muerte, aunque no está de acuerdo en aferrarse a la supervivencia. "Además de saber vivir, hay que aprender a irse bien", dice, y aclara que no le interesa convencer a nadie, nomás compartir. Mejor si es sucede en un escenario.
Cómo hace esta mujer?!
El título y subtítulo de su espectáculo van directo a una de las preguntas que sabe que se hace mucha de la gente que se acerca a ella: ¿quién es la verdadera Nacha y cómo hace para estar así a los 71 años? Nacha va a contestar esa y todas las preguntas que le hagan, el sábado y el domingo, a las 21, en las funciones de ¿Cómo hace esta mujer? La verdadera Nacha, en el Teatro Real.
"Hay dos temas que me ocupan hoy que son la importancia de ser felices ahora y el poder de las creencias para construir la realidad", dice. A partir de allí, el relato girará alrededor de anécdotas, episodios íntimos y públicos de su carrera y su vida personal, con escalas en algunas canciones emblemáticas como Los patitos feos, Si te quiero, Soñé un sueño, entre otros. Las entradas se consiguen por sistema Autoentrada, desde 105 a 175 pesos, vía Internet o en los locales de Córdoba Shopping, Paseo Rivera, Patio Olmos y Nuevocentro, además de la boletería del teatro, en San Jerónimo 66.
FUENTE: La Voz / Por Por Celina Alberto