¿Cómo hace esta mujer? es el unipersonal que presenta en Mar del Plata, su ciudad natal. Escrito hace diez años, aquí cuenta, en primera persona lo que le pasó en su vida. Tiene mucho de lo que ya refirió en su libro 60 años no es nada y de su recordado Me gusta ser mujer.
“No soy Evita, tampoco Yiya Murano (“Gracias a Dios”, agregará), tampoco Mrs. Robinson ni Tita, soy Clotilde Acosta”. Y Clotilde Acosta es Nacha Guevara, nombre de fantasía de la actriz que compuso a María Eva Duarte de Perón, María de las Mercedes Bernardina Bolla Aponte de Murano (Yiya Murano, la envenenadora de Monserrat), Mrs. Robinson y Laura Ana Merello, la Tita de Buenos Aires.
Nacha Guevara es la que se sube, a los 71 años y con un físico envidiable, al escenario del Teatro Provincial de Mar del Plata para hablar de ella, de su vida, de sus afectos, de a quiénes amó, de sus éxitos y de sus fracasos. Los lunes y martes, a las 21.30, en ese tablado, revela sus secretos, con la complicidad del público en Cómo hace esta mujer?!
Hecha la aclaración de quien está sobre el escenario, comenzará a desnudar su alma. Con un living y una pantalla gigante como marco, Clotilde mantendrá una charla íntima con los espectadores, mayoritariamente mujeres. Arrancará, pícaramente, con un “¿y, para cuándo la pregunta del millón?” Refiere a su edad. Confesará que tiene 71 años.
En Cómo hace esta mujer?! encontraremos a una Nacha desgarrada por el dolor de un infancia poco feliz, pero que, con el transcurso de los años, encontró esa felicidad a partir de las decisiones que tomó hasta alcanzar el estado espiritual pleno que hoy tiene.
En Cómo hace esta mujer?!, está la extraordinaria cantante, a través de la técnica del bel canto, término operístico que se utiliza para denominar un estilo vocal a través del cual se buscaba la perfecta producción del legato a lo largo de todo el registro vocal, como también el desarrollo de elementos como la coloratura, el trino, la brillantez de los agudos y sobreagudos y el manejo perfecto de la respiración. Así es como cantará Me gusta ser mujer y Cómo hace esta mujer?!, entre otras composiciones de su autoría.
En Cómo hace esta mujer?! está la actriz, la gran profesional que interactúa con el público y le pide que hagan las preguntas que quieran, sin condicionamientos.
Antes de arrancar con grandes confesiones (“conocí a mi padre cuando yo tenía 42 años”) aclarará que más allá de ser una empedernida buscadora de la perfección, no es perfecta. Al concluir su unipersonal. Nacha habló en exclusiva con EL LIBERAL.
Cómo hace esta mujer?!, se parece más a una charla íntima en el living de una casa, aunque en este caso con varios invitados.
No es una obra de teatro, no es un recital, no es un show, no es un seminario. Es una experiencia en la que comparto un diálogo abierto con mujeres de todas las edades sobre el conocimiento que atesoré en los últimos treinta años. Son dos horas profundas y divertidas en las que convivirán desde un poema, una receta de cocina, una reflexión sobre el alma, hasta cómo elegir un buen cirujano. Todo proveniente de la misma fuente, la vida. Fue la vida que me llevó a esta idea. Las decisiones y las marcas que me iban dejando son contadas aquí. Necesitaba encontrarme conmigo y de perder a Eva, Tita o Mrs. Robinson, esas mujeres que me hicieron entender el alma femenina.
¿Se aleja de esos personajes por temor a quedar atrapadas en ellos?
Sus vidas han sido trágicas, muy intensas, de mucho compromiso emocional, que a veces cuestan para un actor. Yo necesitaba convertirme en mi propio personaje. Soy yo. Sólo yo puedo hacer de mí. Sin protección del personaje, mucho más expuesta, mucho más vulnerable frente al público. Es una puesta en escena simple, donde hago una serie de charlas, sobre temas, y después el público me hace preguntas. Esto es lo que me gusta. Afronto y no temo, como siempre lo hice en mi vida.
Cómo hace esta mujer?! es autobiográfico. Hablo, sin redes, de todo lo bueno y lo malo que me pasó en la vida. No les digo cómo vivir su vida, ellos quieren saber cómo vivo la mía. Y eso me hace feliz.
Dicen que el camino a la felicidad está hecho de buenas intenciones.
En ese camino por la vida, con errores y con aciertos, encontré que la felicidad tiene que ver con aprender de las cosas que pasaron. Con estar en paz con tu pasado, al que debemos dejar de lado. Con una armonía que reconoce que la felicidad es algo de momentos, no que existe durante 365 días. Y que tampoco tiene que ver con un estado de felicidad constante, sino con una calma interna. Aprendí a controlarme. Ser feliz, como le digo a todo el mundo, es algo primordial en la vida.
FUENTE: El Liberal