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Jesse
Jesse, volvé.
Miro al viejo reloj
y su andar no es aquel de ayer
Hey, Jess, el cuarto no es el oasis de fe
donde yo calmaba la sed
Y a la noche yo enciendo una luz
que me ayude a ver si regresás.
Hey, Jesse, te extraño.
Volvé.
Jesse, el sol del jardín
añora tu andar y las fotos están
mudándose en gris, perdiendo el color,
pero en la mesa hay
un lugar para vos.
Y a la noche yo enciendo una luz
que me ayude a ver si regresás.
Hey, Jesse, te extraño.
Volvé.
Jesse, yo sé que no están
ni tu voz ni tu luz en las tardes de abril
pero al verte venir en el cielo un azul
pondrá luz a este gris, hey, Jesse.
Esa noche no hará falta luz.
Una estrella o dos nos verán arder.
Hey, Jesse, te extraño.
Volvé.