CAFETIN DE BUENOS AIRES
M. Mores / E. S. DiscépoloDe chiquilín te miraba de afuera | como esas cosas que nunca se alcanzan | la ñata contra el vidrio, en un azul de frio | que solo fue después viviendo igual que el mío | Como una escuela de todas las cosas | ya de muchacho me diste entre asombros | el cigarrillo, la fe en mis sueños y una esperanza de amor...!!! | Como olvidarte en esta queja, cafetín de Buenos Aires | si sos lo único en la vida que se pareció a mi vieja | en tu mezcla milagrosa de sabiondos y suicidas | yo aprendí filosofía, dados, timba y la poesía cruel, de no pensar más en mí | Me diste en oro un puñado de amigos | que son los mismos que alientan mis horas | Jose el de la quimera, Marcial que aun cruel y espera y el Flaco Abel que se nos fue pero | aun me guía... | Sobre tus mesas que nunca preguntan | lloré una tarde el primer desengaño | nací a las penas, bebí mis años y me entregué sin luchar...!!! | Como olvidarte en esta queja, cafetín de Buenos Aires | si sos lo único en la vida que se pareció a mi vieja | en tu mezcla milagrosa de sabiondos y suicidas | yo aprendí filosofía, dados, timba y la poesía cruel, de no pensar más en mí
CHE BANDONEON
A. Trillo / H. MancíEl duende de tu son, che, bandoneón | se apiada del dolor de los demás | Y al escuchar tu fuelle dormilón | se arrima al corazón que sufre más | Estercita y Mimí, como Ninón | dejando sus desinos de percal | vistieron al final mortajas de rayón | al eco funeral de tu canción | Bandoneón, hoy es noche de fandango | Y puedo confesarte la verdad | Copa a copa, pena a pena, tango a tango | Embalada en la locura del alcohol y la amargura | bandoneón, para qué nombrarlo tanto | no ves que está de olvido el corazón | pero él vuelve, noche a noche | como un canto en las gotas de tu llanto | che, bandoneón | Tu canto es el amor que no se dio | y el cielo que soñamos una vez | y el fraternal amigo que se hundió | cinchando en las tormentas de un querer | Y esas ganas tremendas de llorar | que a veces nos inundan sin razón | Y el trago de licor | que ayuda a recordar | si el alma está en orsay | che, bandoneón | Bandoneón, hoy es noche de fandango | Y puedo confesarte la verdad | Copa a copa, pena a pena, tango a tango | Embalada en la locura del alcohol y la amargura | bandoneón, para qué nombrarlo tanto | no ves que está de olvido el corazón | pero él vuelve, noche a noche | como un canto en las gotas de tu llanto | che, bandoneón
QUE SAPA SEÑOR?
E. S. DiscépoloLa tierra está maldita | y el amor con gripe en cama... | La gente en guerra grita | bulle, mata, rompe y brama | Al hombre lo ha mareao | el humo al incendiar | Y ahora entreverao | no sabe adónde va... | Voltea lo que ve | por gusto de voltear | pero sin convicción, ni fe... | ¡Qué sapa, Señor... que todo es demencia! | Los chicos ya nacen por correspondencia | y asoman del sobre sabiendo afanar... | Los reyes temblando remueven el mazo | buscando un yobaca para disparar... | Y en medio del caos que horroriza y espanta | la paz está en yanta y el peso ha bajao... | Hoy todo Dios se queja | y es que el hombre anda sin cueva... | Voltió la casa vieja | antes de construir la nueva | Creyó que era cuestión | de alzarse y nada más... | Romper lo consagrao | matar lo que adoró | No vio que a su pesar | no estaba preparao | y él solo se enredó al saltar... | ¡Qué sapa, Señor... que ya no hay Borbones! | Las minas se han puesto peor que los varones | y embrollan al hombre que tira boleao | Lo ven errar tejos a un dedo del sapo | y en vez de ayudarlo lo dejan colgao... | Ya nadie comprende si hay que ir al colegio | ¡o habrá que cerrarlos para mejorar!
TORMENTA
E. S. Discépolo"De dios aprendí a sentir, como si fuera propio, el dolor ajeno, la injusticia de los postergados y la tristeza increible de vivir en la tierra, que lo ofrece todo para que los más no tengan nada" | Aullando entre relámpagos | perdida en la tormenta | de mi noche interminable, diós | busco tu nombre | No quiero que tu rayo me enceguezca en su fulgor | porque preciso luz para seguir | Lo que aprendí de tu mano | no sirve para vivir | Yo siento que mi fe se tambalea | que la gente mala vive, dios, mejor que yo | Si la vida es un infierno | y el honrao vive entre lágrimas | cuál es el bien del que vive en nombre tuyo | limpio, puro, para qué | Si hoy la infamia da el sendero | y el amor mate en tu nombre, dios | lo que ha besao | El segurite es dar ventaja | y el amarte es sucumbir al mal | No quiero abandonarte yo | Demuestra una vez sola | que el traidor no vive impune, dios | para besarte | Enséñame una flor que haya nacido | del esfuerzo de seguirte, dios | para no odiar al mundo que me desprecia | porque no aprendo a robar | y, entonces, de rodilla en los guijarros | hecha sangre | moriré por vos, feliz, señor | Si la vida es un infierno | y el honrao vive entre lágrimas | cuál es el bien del que vive en nombre tuyo | limpio, puro, para qué | Si hoy la infamia da el sendero | y el amor mate en tu nombre, dios | lo que ha besao | El segurite es dar ventaja | y el amarte es sucumbir al mal | Yo siento que mi fe se tambalea | que l gente mala vive, dios, mejor que yo