• TITULO ORIGINAL: A la izquierda del roble
  • AUTORES: Mario Benedetti / Alberto Favero
  • ORIGEN: Nacha Guevara con Benedetti y Favero en La Habbana (Disco)
  • AÑO: 1979
  • EDITADA: En el LP Original y varios compilados

A la izquierda del roble

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el jardín botánico es un parque dormido
en el que uno puede sentirse árbol o prójimo
siempre y cuando se cumpla un requisito previo
que la ciudad exista tranquilamente lejos
el secreto está en apoyarse digamos en un tronco
y oír a través del aire que admite ruidos muertos
como en Millán y Reyes galopan los tranvías
no sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el jardín botánico siempre ha tenido
una agradable propensión a los sueños
a que los insectos suban por las piernas
y la melancolía baje por los brazos
hasta que uno cierra los puños y la atrapa
después de todo el secreto está en mirar hacia arriba
y ver cómo las nubes se disputan las copas
y ver como los nidos se disputan los pájaros
no sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
ah pero las parejas que huyen al botánico
ya desciendan de un taxi o bajen de una nube
hablan por lo común de temas importantes
y se miran frenéticamente a los ojos
como si el amor fuera un brevísimo túnel
y ellos se contemplaran por dentro de ese amor
aquellos dos por ejemplo a la izquierda del roble
hablan y por lo visto las palabras
se quedan conmovidas a mirarlos
ya que a mí no me llegan ni siquiera los ecos
no sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero puede ocurrir que de pronto uno advierta
que en realidad se trata de algo desolado
uno de esos amores de tántalo y azahar
que dios no admite porque tiene celos
fíjense que él acusa con ternura
y ella se apoya contra la corteza
fíjense que él va tildando recuerdos
y ella se consterna misteriosamente
para mí que ella está diciendo
lo que se dice a veces en el jardín botánico
- - - - - - - - - - - - - - - - - -
Vos lo dijiste,
nuestro amor
fue desde siempre un niño muerto.
Solo de a ratos parecía
que iba a vivir,
que iba a vencernos.
Pero los dos fuimos tan fuertes
que lo dejamos sin su sangre,
sin su futuro, sin su cielo.
Un niño muerto, solo eso.
Maravilloso y condenado.

Tal vez tuviera una sonrisa
como la tuya,
dulce y honda.
Tal vez tuviera un alma triste
como mi alma,
poca cosa.
Tal vez aprendiera con el tiempo
a desplegarse,
a usar el mundo.
Pero los niños que así vienen,
muertos de amor,
muertos de miedo,
tienen tan grande el corazón
que se destruyen sin saberlo

Vos lo dijiste,
nuestro amor
fue desde siempre un niño muerto.
Y qué verdad
dura y sin sombra.
Qué verdad
fácil y que pena.
Yo imaginaba que era un niño
y era tan solo un niño muerto.
Ahora qué queda.
Solo queda venir la fe.
Que recordemos
lo que pudimos haber sido para él,
que no pudo ser nuestro.
Qué más.
Acaso cuando llegue
un 23 de abril y abismo
vos donde estés
llévale flores
que yo también iré contigo.
- - - - - - - - - - - - - - - - - -
no sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el jardín botánico es un parque dormido
que sólo se despierta con la lluvia
ahora la última nube ha resuelto quedarse
y nos está mojando como a alegres mendigos
el secreto está en correr con precauciones
a fin de no matar ningún escarabajo
y no pisar los hongos que aprovechan
para nacer desesperadamente
sin prevenciones me doy vuelta
y siguen aquellos dos a la izquierda del roble
eternos y escondidos en la lluvia
diciéndose quién sabe qué silencios
no sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero cuando la lluvia cae sobre el botánico
aquí se quedan sólo los fantasmas
ustedes pueden irse
yo me quedo.